viernes, 18 de junio de 2010

¿Quién entiende el Turquestán?



El antiguo Turquestán, también llamado Tartaria o la “la tierra de los turcos”, estaba formado por numerosos pueblos que fueron obligados a integrarse en modernos estados-nación. Hoy en día, esa misma diversidad cultural, lingüística y religiosa puede dar origen a múltiples conflictos en la región.

Los siete países que llevan el sufijo –stán en el nombre, son un grupo diverso con fronteras irregulares que dividen una región marcada por siglos de agitación sociopolítica. -stán (del persa) suf. Lugar de, también tierra de. Pakistán, Afganistán, Turkmenistán, Tayikistán, Uzbekistán Kirguizistán y Kazajstán forman una colorida alfombra de pueblos, desde el mar Caspio hasta los confines de Mongolia.

Antes de 1991, en el mapa de países independientes sólo existían Afganistán y Pakistán, pero tras la caída de la Unión Soviética, se les unieron otras cinco naciones. Actualmente las siete luchan contra la pobreza y los conflictos internos. En su escarpado terreno, con enormes cordilleras, se encuentran las cumbres más altas de la Tierra: Las Tian Shan (Montañas del Cielo) que enlazan al sur con los montes Alai y con el Pamir (el Techo del Mundo). A uno y otro lado se extienden los desiertos: al este el Takla Makan, al oeste el Kizil Kum (Desierto Rojo). Más al norte, se extienden de Mongolia a Ucrania inmensas estepas. El Hindu Kush (Matadores de Hindúes) y la cordillera del Karakorum (Cordillera de Arena Negra) se funden con los Himalayas (Moradas de las Nieves).

En su interior no sólo viven pueblos turcos, como los turcomanos, uzbecos, kirguses, kazajos y figures, sino también grandes comunidades de persas tadjikos, tribus caucasianas y otras más pequeñas de tibetanos baltis y razas mongoloides. Para recorrer la región del Asia central, lo mejor es seguir la antigua Ruta de la Seda, establecida por los chinos en el primer milenio a.C. y que permaneció en uso hasta su declive en el siglo XV.
La ruta comenzaba en China, atravesaba el desierto de Gobi y los escarpados del Tíbet. Después, de oasis en oasis se podía elegir, para rodear el desierto de Takla Makan, entre bordear el sur de los montes Tian Shan ó continuar por la meseta tibetana. Al oeste de Kashgar se continuaba hacia Irán hasta llegar a Antioquía, a orillas del Mediterráneo.

A lo largo del siglo XX estos pueblos fueron obligados a dejar sus modos de vida tradicionales – principalmente nómadas – y desarrollar nuevas fuentes de riqueza: cultivo de algodón impuesto por la ex Unión Soviética, y extracción de petróleo y gas más recientemente. El desastre del mar de Aral es sólo un ejemplo de los graves problemas de contaminación que sufren. No sólo se ha erosionado la tierra, sino también las estructuras sociales tradicionales. El derrumbamiento del imperio soviético convirtió a esta región en un rompecabezas de nuevos estados artificiales. Actualmente, los siete países luchan contra la pobreza, los problemas ambientales y los conflictos internos, y al mismo tiempo se han convertido en punto de interés para las inversiones e intereses estratégicos de las grandes potencias.

Todo un reto para quién busque entenderlos...