jueves, 5 de agosto de 2010

viernes, 18 de junio de 2010

¿Quién entiende el Turquestán?



El antiguo Turquestán, también llamado Tartaria o la “la tierra de los turcos”, estaba formado por numerosos pueblos que fueron obligados a integrarse en modernos estados-nación. Hoy en día, esa misma diversidad cultural, lingüística y religiosa puede dar origen a múltiples conflictos en la región.

Los siete países que llevan el sufijo –stán en el nombre, son un grupo diverso con fronteras irregulares que dividen una región marcada por siglos de agitación sociopolítica. -stán (del persa) suf. Lugar de, también tierra de. Pakistán, Afganistán, Turkmenistán, Tayikistán, Uzbekistán Kirguizistán y Kazajstán forman una colorida alfombra de pueblos, desde el mar Caspio hasta los confines de Mongolia.

Antes de 1991, en el mapa de países independientes sólo existían Afganistán y Pakistán, pero tras la caída de la Unión Soviética, se les unieron otras cinco naciones. Actualmente las siete luchan contra la pobreza y los conflictos internos. En su escarpado terreno, con enormes cordilleras, se encuentran las cumbres más altas de la Tierra: Las Tian Shan (Montañas del Cielo) que enlazan al sur con los montes Alai y con el Pamir (el Techo del Mundo). A uno y otro lado se extienden los desiertos: al este el Takla Makan, al oeste el Kizil Kum (Desierto Rojo). Más al norte, se extienden de Mongolia a Ucrania inmensas estepas. El Hindu Kush (Matadores de Hindúes) y la cordillera del Karakorum (Cordillera de Arena Negra) se funden con los Himalayas (Moradas de las Nieves).

En su interior no sólo viven pueblos turcos, como los turcomanos, uzbecos, kirguses, kazajos y figures, sino también grandes comunidades de persas tadjikos, tribus caucasianas y otras más pequeñas de tibetanos baltis y razas mongoloides. Para recorrer la región del Asia central, lo mejor es seguir la antigua Ruta de la Seda, establecida por los chinos en el primer milenio a.C. y que permaneció en uso hasta su declive en el siglo XV.
La ruta comenzaba en China, atravesaba el desierto de Gobi y los escarpados del Tíbet. Después, de oasis en oasis se podía elegir, para rodear el desierto de Takla Makan, entre bordear el sur de los montes Tian Shan ó continuar por la meseta tibetana. Al oeste de Kashgar se continuaba hacia Irán hasta llegar a Antioquía, a orillas del Mediterráneo.

A lo largo del siglo XX estos pueblos fueron obligados a dejar sus modos de vida tradicionales – principalmente nómadas – y desarrollar nuevas fuentes de riqueza: cultivo de algodón impuesto por la ex Unión Soviética, y extracción de petróleo y gas más recientemente. El desastre del mar de Aral es sólo un ejemplo de los graves problemas de contaminación que sufren. No sólo se ha erosionado la tierra, sino también las estructuras sociales tradicionales. El derrumbamiento del imperio soviético convirtió a esta región en un rompecabezas de nuevos estados artificiales. Actualmente, los siete países luchan contra la pobreza, los problemas ambientales y los conflictos internos, y al mismo tiempo se han convertido en punto de interés para las inversiones e intereses estratégicos de las grandes potencias.

Todo un reto para quién busque entenderlos...

lunes, 1 de marzo de 2010

Chile tiembla

No es la primera vez ni será la última. Recuerdo que una mañana, cuando todavía vivía en Santiago, me desperté sobresaltada porque todo se movía a mi alrededor. Era una sensación nueva, extraña para mí. Sentí un mareo en tierra, como un vaivén de mi apartamento que estaba en el extremo de un edificio, en el último piso. Era como si toda la estructura tuviese muelles que oscilaban de un lado para otro.

De repente sonó el teléfono, me levanté y respondí. Escuché la voz de una mujer que me decía que estuviese tranquila, que no me asustase. Antes de que pudiera preguntarle quién era y porqué me llamaba, colgó. Como había venido se fue. Todo dejó de moverse y yo me quedé pasmada. Había vivido mi primer temblor en Chile y ese minuto me pareció de lo más surrealista. Supuse que quien llamó se equivocó de número, o las líneas se cruzaron. Llamaría a alguien, quizás a su hija, que sentía terror ante estas arremetidas de la Naturaleza.

Ya han pasado unos años desde entonces y esta vez lo he vivido a través de los amigos que quedaron allá, y por las noticias en televisión. Se dice que hay más posibilidades de que ocurran cuando hace mucho calor, y ahora está acabando el verano en Chile. También se dice que es mejor que durante un tiempo haya muchos temblores leves, para que se libere energía y no se acumule y alcance una magnitud devastadora. 50 veces la intensidad del terremoto en Haití. Parece increíble que ese delgado país andino aún se mantenga en pie. Quizás sea porque la Cordillera tiene raíces muy profundas y los chilenos las espaldas muy anchas.

martes, 9 de febrero de 2010

Líneas de Comunicación

Ya hemos vivido varias etapas de cambio en nuestros procesos de comunicación cotidianos: Desde el paradigma de industrialismo (no web), al informacionalismo (web 1.0) hasta el actual ciclo de conocimiento, redes sociales, código abierto y multimedia autoeditable (web 2.0).
Para algunos estos términos pueden parecer muy técnicos y lejanos, para otros, es el pan de cada día. Para que nos entendamos todos, haré unas aclaraciones muy simples que no dejarán lugar a dudas. Cuando aún reinaba el industrialismo, en la universidad se estudiaba sin ordenadores, los apuntes se transmitían en kilos de fotocopias, la operadora de telefonía móvil era Airtel, y la red social eran los amigos de siempre y algunos contactos extranjeros tras el Interrail del verano.
A finales de los 90 arrancó con fuerza la etapa web. Todas las familias hicieron esfuerzos para tener un ordenador en casa (por turnos), aprendimos a navegar (en seco) y todo empezó a cambiar muy rápidamente.
Ahora vivimos en el universo web2.0, lo que significa la diversificación de las TIC (Tecnologías de la Comunicación y la Información). La introducción de estas tecnologías implica un cambio de la sociedad. Se habla de sociedad del conocimiento. Se trata de un cambio en profundidad de la propia sociedad. Las bases de la economía, la educación, las relaciones sociales, todo ha cambiado. La web 2.0 es una actitud.
Podemos comparar servicios web que marcan claramente la evolución hacia la Web 2.0:
Web 1.0 > Web 2.0
Doubleclick –> Google AdSense (Servicios Publicidad)
Ofoto –> Flickr (Comunidades fotográficas)
Akamai –> BitTorrent (Distribución de contenidos)
mp3.com –> Napster (Descargas de música)
Britannica Online –> Wikipedia (Enciclopedias)
Sitios personales –> Blogs (Páginas personales)
Especulación con dominios –> Optimización en motores de búsqueda
Page views –> Cost per click
CMSs –> Wikis (Gestión de contenidos)
Categorías/Directorios –> Tagging
¿Y después qué? “El verdadero corazón de la web2.0 es la capacidad de aprovechar la inteligencia colectiva”. Tim O’Reilly
¿Seremos capaces de tal hazaña?

lunes, 1 de febrero de 2010

Se acabó el pollo

Solemos pensar que sabemos elegir los momentos para ir a comprar. Queremos evitar las colas en el súper antes del fin de semana, los sábados tarde en un centro comercial, y el primer día del mes. Pero sin embargo siempre acabamos todos amontonados, pensando “esta es la última vez que me pasa”. Estos días he caído en varios tópicos que paso a enumerar, por si le sirven a alguien de recordatorio.

El sábado al mediodía me dirijo al mercado municipal. Voy directa al pescado porque se dice que es el mejor momento para comprar: antes del cierre se vende todo lo que se puede para que no quede varado el fin de semana, y hay muchas ofertas. Con las prisas y la gente esperando, a mi dependienta se le olvida ponerme toda la compra en la bolsa. Me doy cuenta cuando llego a casa, así que tengo que esperar al lunes para reclamar, pero… el lunes no hay pescado, todo está cerrado. Mañana lo volveré a intentar. De momento las ofertas me salen caras.

El sábado tarde el centro comercial está ¡abarrotado! Y no sólo de mirones. Las cajeras cobran sin parar y las escaleras mecánicas van sobrecargadas. No perdamos de vista que estamos en un país con 4 millones de parados. Me entretengo mirando algunas prendas rebajadas, pero decido no gastar porque en verdad no me hacen falta, y el dinero en el bolsillo sí.
Primer día del mes, lunes por la mañana, voy a comprar carne pero la tienda está medio vacía. Me llevo las últimas costillitas de cordero y unas buenas pechugas de pollo. Una señora pregunta: “¿Queda pollo?” mientras me mira como si le estuviera quitando la comida de la boca. El carnicero le responde: “Se acabó el pollo”, y la señora aclara que con esto de que todos hemos cobrado a fin de mes, corremos a llenar las neveras ¡qué razón tiene! No había pensado que estaba cayendo en todos los tópicos, y que los días de cobro son los días de gasto.

miércoles, 27 de enero de 2010

Disfruta del silencio

Enjoy The Silence - MUSICA.COM

¿Tenemos algún momento real de silencio en nuestras vidas? Teléfono, TV, videojuegos, tráfico, música, personas, más teléfono... ¿Dónde quedó el silencio? A veces lo echo de menos, porque resulta difícil encontrarlo. Si estás un rato a solas, seguro conectas algo "para acompañar". Un bien preciado que dejamos que se nos escape. Nos envolvemos de sensaciones que nos distraen los pensamientos, y al final del día... ¿Quién ha tenido un momento de silencio?

viernes, 8 de enero de 2010

Fast good y crucero japonés

Hace años me senté en la cocina de El Bulli para tomarme un café y admirar su auténtico laboratorio de cocina, para muchos, único y uno de los mejores del mundo. No llegué al comedor, ya que acompañaba a una familia de japoneses, propietarios de una lujosa línea de cruceros, y no creí correcto compartir la comida con ellos. Lástima, perdí una oportunidad única de deleitarme con sus sabores, y además gratis. Comí en un chiringuito de la playa y esperé unas horas a que la familia acabara su ágape. Eso del pudor a veces nos juega malas pasadas…

Mi vida dio algunas vueltas y me ví al cabo de pocos años en otro establecimiento del famoso chef Ferran Adrià, esta vez en Santiago de Chile. Yo entonces trabajaba para una línea de cruceros. Ya tenía dos coincidencias. El Fast good es un establecimiento de comida rápida, "pero buena", con patatas fritas en auténtico aceite de oliva, zumos de frutas ó “jugos” como se llaman allí, en una de las zonas de negocios más chic de la capital santiaguina. Algunos días cruzaba la avenida que me separaba de mi oficina, entraba en el impersonal local verde manzana, y saboreaba el toque exportado de Adrià.

Los barcos de los japoneses me guiaron hacia Chile, y mientras ellos seguían cruzando todos los mares del mundo, yo me sentaba a 10.000 kms de casa a saborear hamburguesas, y a pensar en mi regreso a Barcelona. Se pueden dar muchas vueltas, y al final, siempre encuentras lazos que relacionan tu vida anterior con la presente, y con la que vendrá. Sólo podría añadir que para mí, esta relación de ideas-hechos-lugares me ayuda a seguir uno de los hilos de mi vida, y así de paso proyecto cómo podrá ser mi futuro.